Muy buenas a tod@s.
Comencé la temporada a finales de agosto y a principios de
septiembre estaba ya bajo las ordenes de Luis Miguel Landa.
En las primeras semanas empecé a encontrarme con muy buenas
sensaciones y rápidamente empezamos a aumentar la carga de entrenamientos.
Me las prometía muy felices, me encontraba muy fuerte y haya
por el mes de octubre llegue a realizar semanas de 180 kilómetros con 4 días de
doblaje a la semana.
Un día de ellos el entreno consistió en subir rodando a la
casa de campo y completar 25´ (5km), realizar allí 3 x 5.000
(15,48-15,55-15,50) y bajar rodando de nuevo a la blume para completar 25´
(5km).
Rumbo a la universidad, entrenamiento con mi equipo benjamín
de fútbol y al salir a las 20:00 parada de nuevo para completar 60´de rodaje,
eso sí muy suaves realizando 12km, no podía ni con las piernas.
Sin duda el día más duro de mi vida atlética, 38 km en un
día pero también mi mejor entreno de siempre, me encontraba muy fuerte y en menos de 2 meses realizando 31´ 42´´ en una prueba de 10 km de asfalto exigente como es la carrera internacional del CSIC.
Junto a Fredrik Uhrbom y Jose España subiendo la Castellana
Seguí sumando alguna semana como está pero pronto me
aparecerían molestias en la cara proximal de la pierna izquierda, a la altura
de la rodilla.
Se acercaba el primer Cross de la temporada y los dolores seguían
aumentando pero como sabía que los días previos bajaría la carga de entrenos llegué
a pensar que el dolor desaparecería.
Rumbo a Atapuerca, donde tras realizar el calentamiento los
dolores iban en aumento.
Una vez dada la salida los dolores desaparecieron pero no tardaron
en volver cuando durante el circuito teníamos que saltar algún tronco que otro
en el recorrido del circuito.
Mal resultado para lo que había entrenado y sobre todo me
notaba cada vez mas cojo.
El lunes siguiente me encontré con Ángel Basas (medico de la
federación española de atletismo).
Tuve el lujo de poder
robarle un minuto, un minuto que puede que haya sido el motivo por el cual haya
podido recuperarme y volver a entrenar parte de la temporada, ya que con lo
cabezón que soy yo que tenía pensado asistir al Cross de Soria incluso con las
molestias. Hubiera continuado entrenando y la fractura hubiera seguido
aumentando, aumentando también el tiempo de recuperación.
Me dijo que descansase unos días y que probase después a
rodar muy progresivamente.
Al cabo de los días el dolor continuaba y de nuevo hablando
con él me dijo que me hiciese alguna prueba y que no descartase tener una
fractura de stress.
Tan rápido como me dijo marché a realizarme unas pruebas. Hora
de darme los resultados, cruze los dedos pero el destino estaba escrito, se
confirmaba, fractura de stress en el tercio distal del peroné.
Me quedé mudo, no supe como reaccionar. Nunca un viaje en
coche se me había hecho tan largo, debía de estar entre 6 y 8 semanas sin poder
correr, y así fue.
Dicen que hay que sacar lo positivo de todas las cosas y yo hice
lo propio. Ese mismo día me di cuenta que algo mal estaba haciendo, que no
podía ser que en apenas 2 meses estuviera lesionado tirando así el resto de
temporada.
Hablando con diferentes expertos y veteranos de este deporte
llegué con todos a la misma conclusión: no puedes hacer 180 kilómetros
semanales sin realizar ningún tipo de trabajo en gimnasio. Algunos se reían y
me decían ¿Acaso estás preparando maratón?
Como anécdota, un día uno de los entrenadores más relevantes
del atletismo español me escucho comentarle a un amigete el entreno que antes
os cite y me dijo ¡¡ eso no la han hecho ni mis atletas de maratón !! (refiriéndonos al 3 x 5.000).
Durante estas largas semanas estuve dando vueltas al asunto
hasta que llegué a la conclusión de que este plan de entrenamientos no era lo
idóneo para mí.
Sabía que sería muy duro pero me veía con la necesidad de
hacerlo.
Después de tantas horas y momentos inolvidables junto a mi
entrenador y compañeros de fatigas decidí que había llegado la hora, ese mismo
día me dirigí a ellos.
Sólo tenía palabras de agradecimiento para ellos,
maravillosos estos 4 años en los que he disfrutado, he aprendido mucho, he
mejorado y sobre todo lo más importante he madurado y me he formado como
persona. Todos lo entendieron.
Reponiendo fuerzas después de un entrenamiento en el Peñalara
Ese día cambió mi vida atlética.
Sin pensármelo me puse en contacto con Eugenio Barrios, y
desde entonces hasta hoy.
Muy contento de haber realizado este cambio.
Me ha enseñado otra
manera de ver el atletismo.
Además de ser un gran entrenador apasionado de este deporte con muchisimas ganas de enseñar tambien nos ayuda los días de series, un día si y otro tambien. Que más se puede pedir... jejeje
Tarde de series junto a Lolo Penas y Eugenio Barrios
Dejo un gran grupo de compañeros para irme a otro igual o
mejor.
Cena sorpresa que preparamos al Mister
Un saludo a tod@s !!!